El amor es uno de los principales sentimientos que nos caracteriza como seres humanos, y cuando ese sentimiento es mutuo, nos sentimos los seres más especiales, únicos e importantes del planeta, pero este sentimiento tan bello que surge de las relaciones íntimas y de confianza, que establecemos los seres humanos puede en ocasiones transformarse en ocasiones en un espacio relacionales que nos dañen y nos provoquen dolor.

     El ejercicio de conocer a otro en la intimidad, a otro que nos es mi familia, lo comenzamos a realizar desde la amistad y luego en el pololeo, con alguien que nos sentimos atraída o atraído y cuando ese sentir cuando es mutuo, nos encontramos en el espacio de los cariños, de los abrazos inmensos e intensos, de los besos y los regaloneos. Sumado a la expresión de los afectos, y al placer de sentirnos queridos/as, empezamos a conocer las diferencias que podemos tener, a veces podemos pensar y sentir distintos, podemos comunicar de manera diferente y en ocasiones esas diferencias nos pueden llevar a discusiones, donde expresamos nuestros puntos de vista, entendemos al otro, pedimos que el otro nos entienda y logramos llegar a un acuerdo nuevo, que nos permitan retomar el equilibrio de la relación, nadie nos enseña a discutir sanamente, sin herir, y es tan necesario conocer como expresar nuestras diferencias y expectativas, antes de llegar a herir o maltratar al otro que digo querer o amar.

     Cuando comenzamos a sumergirnos en la violencia o en el maltrato, puede que no seamos conscientes, por eso, es importante entender que el maltrato es un patrón comunicacional recurrente en el tiempo y en la relación que puede herir nuestros cuerpos, nuestros sentimientos, nuestra autoestima y nuestra seguridad, es decir, es una forma de tratarnos que se repite en el tiempo de manera permanente y que nos puede herir, incluso más allá del tiempo que estemos en esa relación. Es importante, que estemos atentos/as a algunas señales que podemos estar realizando o recibiendo, o haciendo de manera cruzada (es decir ambos al mismo tiempo), como por ejemplo:

Empujar
Quemar
Pellizcar
Tirar objetos
Uso de armas
Apretar el brazo
Arañar
Halar el pelo
Manotear
Morder 
EstrangularProhibir uso de protección para evitar enfermedades de transmisión sexual y/o embarazo
Caricias, besos y contactos no deseados
Relaciones sexuales forzosas y/o violentas
Violación
Insultar
Avergonzar
Alejarlos de cualquier contacto con familia y amistades
Amenazar con: suicidarse, divulgar secretos íntimos, etc.
Ponerle sobrenombres
Criticar constantemente
Gritar
Controlar sus acciones
Perseguir
Usar artefactos de comunicación(internet, celular, texto) para controlar o humillar
Provocar sentido de culpabilidad

Robar o exigir a la pareja la contraseña de una red social o correo electrónico
Hablar mal de la pareja en su estatus de Facebook u otra red social
Decir con quién puede o no puede ser amigo/a la víctima en redes sociales
Presionar a la víctima a enviarle vídeos explícitos
Enviar constantemente mensajes de texto
Enviar mensajes insultantes a la víctima
Tomar el celular de la víctima para ver llamadas, fotos y mensajes recientes

 

 

     Es muy importante, que estemos atentos o atentas a estas señales, acciones y conductas, y si sobre todo si se repiten en el tiempo, con nuestros seres más cercanos, de nuestra familia o nuestros pololos o pololas, y ver si estamos recibiendo estas conductas o si somos nosotras o nosotras, las/los que estamos realizando estas acciones, pensando o creyendo que son actos de amor. Es por ese, motivo que te invitamos a pedir ayuda, acercándote al CESFAM y solicitar hora con asistente social o con medico.