En esta época del año es habitual que muchos sientan un agotamiento excesivo, tanto físico como mental, y no se debe a ningún virus sino al burnout, un estado que se produce por estrés excesivo y prolongado, lo que provoca pérdida de interés y motivación.

     Al respecto, Solange Anuch, psicóloga de Clínica Alemana, explica que “esto ocurre cuando las personas se sientes sobrepasadas, emocionalmente agotadas e incapaces de responder a las constantes demandas del medio, ya sea en el hogar, en las relaciones de pareja o en el trabajo”.

     El burnout reduce la productividad y resta energía, lo que deja a la persona cada vez más indefensa y desesperanzada, con sentimientos de incompetencia.

     Agrega que el burnout reduce la productividad y resta energía, lo que deja a la persona cada vez más indefensa y desesperanzada, con sentimientos de incompetencia y de “ya no poder dar más”.